Exposición «José María Mezquita. Entre el Silencio y el Olvido (Obras, 1997 – 2020)»
- PorFundación de Arte Ibáñez Cosentino
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EXPOSICIÓN “JOSÉ MARÍA MEZQUITA. ENTRE EL SILENCIO Y EL OLVIDO (OBRAS, 1997-2020)”
Museo del Realismo Español Contemporáneo [MUREC], Almería.
Sala de Exposiciones 1 (salón noble)
Del 29 de noviembre de 2024 al 23 de febrero de 2025
Comisario: Juan Manuel Martín Robles
Produce: Fundación de Arte Ibáñez Cosentino
Organizan: Excma. Diputación Provincial de Almería y Fundación de
Arte Ibáñez Cosentino
Información de interés
MUSEO DEL CONTEMPORÁNEO REALISMO ESPAÑOL
HORARIOS: De martes a sábado de 10 a 14 horas y de 16.30 a 20.3O h. Domingos de 10 a 15 horas.
La extensa trayectoria de José María Mezquita (Zamora, 1946) se puede asociar a la búsqueda de la esencia de la pintura que toma como referente directo su ciudad natal, Zamora, sus paisajes y a sus paisanos. Esta propuesta se debe de abordar desde la relación directa entre este pintor con una de las figuras capitales del realismo contemporáneo español, Antonio López.
Aunque se le siga identificando como uno de los miembros más destacados de aquel realismo joven que emergió a principios de los setenta de la madrileña Escuela de Bellas Artes de San Fernando, de la mano del gran maestro Antonio López, se ha dicho de él que es un pintor culto, solitario y silencioso, que ha sabido construir un mundo propio a través de la pintura.
En esta ocasión Juan Manuel Martín Robles, comisario de la exposición y Director del Museo del Realismo Español ha seleccionado 90 obras realizadas durante los últimos 25 años del artista, de 1997 al 2020. El objetivo principal de la muestra es resaltar la plasmación de la realidad a través de una técnica depurada, meticulosa, detallista y sensorial por parte del pintor, muy alejado del hiperrealismo. Se busca, por encima de todo, hacer visible la emoción y la esencia humanas.
Mediante cuatro apartados se muestra el interés que Mezquita tiene por los elementos naturales y que son característicos del paisaje zamorano, por el que siente una gran admiración, en la medida en que forman parte de su entorno.
La visión de la naturaleza, el espacio doméstico, los espacios comerciales (tiendas) y los espacios industriales (fábricas y almacenes) forman parte de su memoria.
Se trata de una producción que a través de una figuración de talante sosegado, remite a la poética de la concentración y a la estética del silencio.
Centrado en la plasmación de la realidad, prescinde de todo accesorio y ahí reside su mayor apuesta, de manera que la observación de la realidad es sintetizada por el artista a través de óleos y en su gran mayoría por acuarelas.
Así el comisario de la exposición genera un discurso en torno al silencio y el olvido que llevan implícitos los sonidos (del pasado y del presente) y los recuerdos, o la pérdida de estos, elementos consustanciales al ser humano condenados a desaparecer en la vorágine de nuestra actual sociedad de consumo, asolada por la inmediatez y la novedad, de ahí que se muestre una serie de tiendas, fábricas y lugares donde han pasado lentamente el tiempo.
MEZQUITA GULLÓN PLASMA LA REALIDAD DEL MUNDO ORGÁNICO A TRAVÉS DE LA NATURALEZA Y SUS MISTERIOS
Para Mezquita Gullón el misterio puede darse en cualquier lugar y en cualquier espacio, eso es lo que le produce la contemplación de la realidad, pues es ahí donde ocurren cosas que no son habituales y que producen emociones. El ser humano, según el propio artista, “ rompe con la rutina que la vida cotidiana y percibimos algo distinto, algo que no es exclusivo de una sensibilidad especial, sino que es común a todas las personas”.
Las 90 obras expuestas en la sala temporal del MUREC, José María Mezquita representa íntimamente las estructuras de la realidad del mundo orgánico que está pintando y traslada el orden que hay en la naturaleza. Sus procedimientos artísticos, le permite que todo lo que pone en el cuadro sea algo definitivo, de ahí que su síntesis tenga que ver más con la geometría, creando una realidad que el propio artista cree que es la verdadera, convirtiendo cada uno de sus cuadros en un organismo vivo. Así lo define el propio artista , pues “ el cuadro tiene que ser un organismo vivo que constantemente esté emitiendo mensajes”.
De esta manera, al artista le fascina la coexistencia entre el mundo creado por el hombre y el mundo vegetal, que es un mundo orgánico y el contraste a través de la interpretación de quien observa.
En sus naturalezas, en apariencia puede pensarse que son abstractas, sin embargo no tienen nada que ver con el proceso que seguiría un artista abstracto. Toda esa geometría no es una invención sino que es producto de una mirada muy rigurosa de la realidad y que tiene que ver con la escala de esa realidad.
Las luces siempre son protagonistas y las que desvelan el misterio de sus obras Sus temas predilectos son los “interiores”, aquellos lugares que tienen un misterio, sobre los que se ha depositado a través del tiempo una carga muy potente.
LA POÉTICA DE LOS ESPACIOS . UN LENGUAJE ARQUITECTÓNICO ENTRE ELSILENCIO Y EL OLVIDO
Una selección de obras pertenecientes a la serie «Alrededores de la casa de Palomares» y a «Fábricas de harina» o “Tienda y vivienda Almeida de Sayago”, realizadas durante los últimos doce años, introducen el interés por la arquitectura tradicional y la industrial, «tratadas como espacios que son rescatados por la emoción de su abandono y de su soledad».
Con la técnica de la acuarela no se puede corregir los errores ni tampoco modificarlos. Sin embargo, Mezquita se toma todas las libertades que puede pero con un limite que es el respeto que impone la realidad y de la posibilidad que ofrecen los propios materiales que usa el artista.
El dibujo de José María Mezquita es analítico, lineal y preciso que lo mismo evoca la estructura de un palomar o de una teja de adobe y de ladrillo, que un molino, una nave industrial o una harinera, o un comercio tradicional o sus inconfundibles arboles.
BIOGRAFÍA
Nacido en Zamora en 1946, Mezquita estudió e en los Escolapios de Toro y su último curso de Bachiller en el Instituto Claudio Moyano, antes de aterrizar en Madrid para empezar la Ingeniería Aeronáutica, la cual abandonó por la pintura . Su maestro fue el propio Antonio López con quien el artista entabló una relación de admiración y respeto mutuo.
Sus trabajos, de corte principalmente figurativo, se inspiran tanto en los paisajes urbanos de su ciudad natal como en los naturales de sus alrededores. Se trata de una producción que, centrándose en la plasmación de la realidad a través de una técnica extraordinariamente depurada, sensorial, meticulosa y detallista, se aleja del hiperrealismo Utilizando principalmente la acuarela y la tinta para crear sobre el papel un caos jerarquizado, la línea es el elemento predominante y el color, la herramienta con la que capta la luz. Si en sus pinturas de paisajes naturales se aprecia la identidad de este artista, en sus interiores urbanos muestra su maestría con absoluta plenitud. Son obras que surgen del entorno más inmediato y cotidiano de Mezquita para transmitir un cúmulo de sensaciones que, gracias a su luz, ambientación y composición, el pintor siente con silenciosa aprehensión.
Su primera muestra individual se celebró en la Galería Seiquer de Madrid en 1972. Entre sus exposiciones colectivas pueden destacarse las del Museo de Bellas Artes de Bilbao (1993); el Centro Cultural Conde Duque (Madrid, 1994); la Fundació Pilar i Joan Miró (Palma, 1998); el Museo Municipal de Arte Contemporáneo (Madrid, 2003); la Galleria Civica di Palazzo Loffredo (Potenza, Italia, 2006); y Fundación Las Edades del Hombre (Valladolid, 2014), entre otras. En 2006 José María Mezquita recibió el Premio de las Artes de la Junta de Castilla y León. Su obra forma parte de los fondos de la colección Infanta Cristina, de la Fundación Juan March de Madrid y de la Fundación Coca- Cola de Madrid.